Cuando las cosas están mal, es fácil continuar con la tendencia de ver todo negro. La percepción de la realidad se tiende a ver afectada por las emociones que estamos sintiendo y eso tiende no sólo a permear la visión de que el panorama no se ve agradable, sino que también a que continuemos profundizando en el pesimismo.
Algo similar se ve en muchas parejas. En numerosas ocasiones, llegan a mi consulta parejas conflictuadas, con genuinas ganas de querer mejorar y ver cómo salir de los problemas que les afectan y respecto de los cuales no logran avanzar.
En este contexto, hay parejas que tienden a caer en largas explicaciones de todo lo que está mal, de todo lo que no funciona, de lo que llevan intentando en este tiempo y todos los artilugios que han creado y que refuerzan esta desesperanza.
En psicología, sobre todo desde la corriente cognitivo conductual, se habla de la “desesperanza o indefesión aprendida” la cual se refiere a la sensación subjetiva de no tener la capacidad de poder enfrentarnos a hacer algo al respecto frente a una situación dada, muchas veces amenazante.
En el caso del mundo de las parejas, se podría asociar a la tendencia a señalar: “Esto ya no funciona, así quedará” , “hemos intentado todo, no hay nada que hacer”, entre otras.
La desesperanza aprendida en muchas parejas, sobre todo las que llevan años viviendo así, se intensifica cuando los problemas siempre son lo mismo, cayendo en un patrón irrefrenable. Se cree que no hay nada por hacer, pero no está claro si las soluciones las han encaminado de una manera satisfactoria y duradera.
Por raro que suene, este estancamiento muchas veces se ve reforzado por el placer de quedarnos en la queja, de estar en una zona de desagrable pero conocida y del miedo de salir de esta costumbre aunque sea por algo positivo.
Es ahí cuando es necesario preguntarse: ¿estamos dispuestos a hacer lo necesario para mejorar nuestra relación? ¿a enfrentar nuestra propia responsabilidad en lo que no ha resultado? ¿en salir de la queja para ver las oportunidades?
Para poder avanzar en la relación, se necesita esfuerzo y esto comienza con un intento consciente de poder ver la relación de pareja desde otro ángulo, donde también pueden haber oportunidades, momentos positivos, herramientas y fortalezas en cada integrante y en la relación misma.
No digo con esto, que después de ver lo positivo mágicamente la relación será sana y feliz. Creo que antes de dar una relación por terminada o bien de permanecer infeliz en ella, es necesario poder comprender qué estamos repitiendo y qué cosas sí han resultado y han sido un aporte para ambos.
Psicóloga Daniela Werner 
Hola Daniela, leí este artículo, yo he estado desde hace 2 años en una relación de pololeo tóxica, ahora estoy muy mal, no sé como levantarme, este hombre me destruyó, toda la relación se lo llevó terminando y volviendo conmigo, ahora habíamos vuelto hace 2 semanas y nuevamente terminó conmigo, solo quiero que este ciclo se termine, no sé como salir de este hoyo negro.
Hola Carolina! Primero que todo gracias por la confianza en abrir este tema tan complejo que estás viviendo y disculpa por la tardanza en responder, dado que estoy de postnatal los tiempos transcurren de otro modo, agradezco que entiendas. Por lo que me cuentas, a pesar de estar sufriendo una situación compleja estás pudiendo reconocerla y tener consciencia de ella, creo que ese es un gran paso. Lo siguiente, desde mi perspectiva, es que puedas pedir ayuda profesional para ti, con el fin de poder establecer límites y cuidarte. Cuéntame si has podido pedir ayuda profesional y si no es así, si quieres que te oriente donde poder acercarte o con qué profesional podrías consultar. Quedo atenta, saludos