Terapia de Parejas: Resolviendo el problema, sin agrandarlo. 

Actualmente existe una gran cantidad de bibliografía que nos intenta guiar sobre qué es importante considerar para que una pareja esté bien. Cada autor da una idea aparentemente revolucionaria sobre lo que funciona o lo que no, y a veces como lectores, nos cuesta saber qué es realmente importante decir o hacer para que las cosas anden bien. 

No obstante lo anterior, suele repetirse un mismo tema transversal a medida que se va profundizando en las lecturas, y  el “poder resolver los conflictos en pareja”es uno de los factores que más se repiten. Así, se ha descubierto que aquellas parejas que logran resolver de la mejor manera posible las dificultades que deben enfrentar, suelen ser las más felices. 

¿Pero qué incluye esto de resolver conflictos? A primera vista, podriamos pensar que es casi obvio, pero la verdad es todo un arte el poder resolver los conflictivos asertivamente, algunos de los aspectos más relevantes a considerar son: cómo digo lo que pienso y siento, cómo me escucha la otra persona, cómo me siento escuchado/a, cómo la otra persona me dice lo que piensa y siente, cómo escucho a la otra persona, cómo se siente escuchada y así…podemos continuar. 

Suena extenso ¿no? Así y todo,  podemos continuar, en una danza constante con múltiples voces que aparecen, que a veces son escuchadas y otras no. En la literatura se suele decir que más que el conflicto mismo, el cómo se resuelve es lo más relevante y en este cómo aparecen algunos trucos que pueden ayudar a que el resolver el conflicto no se vuelva otro conflicto. 

Con el fin de simplificar este singular arte, comparto contigo algunas ideas de cómo discutir asertivamente. Estas sugerencias son extraídas a partir de una investigación  realizada en Chile por Sylvia Campos y Gianella Poulsen* .

De acuerdo a lo recabado por ellas, escribo aquí algunas formas de abordar un conflicto, que contemplan lo siguiente:

  • Respetar la individualidad del otro: aceptar que la otra persona tiene gustos, pensamientos, necesidades y estados emocionales propios. 
  •  Aceptar que se van a tener diferencias y discusiones: lo importante es el cómo nos tratamos al discutir. 
  •  Poner los problemas en perspectiva: decidir si vale la pena o no discutir una situación en particular, preguntarse ¿es relevante para mí? ¿es importante para nuestra relación? (esto no implica que no afronten sus diferencias, lo relevante es no tener que hacer de todo un conflicto).
  • Adoptar una posición activa considerar lo que para el otro es importante (siempre que partamos por un respeto propio): significa hacer un esfuerzo en comprender qué le pasará al otro. No basta con escucharlo, se necesita intentar imaginar qué le estará pasando y qué necesita para sentirse bien. 
  • Evitar suponer la mala intención del otro antes de escuchar su planteamiento: implica cambiar la forma de pensar sobre lo que el otro nos va a decir, es tratar de liberarnos de prejuicios y escuchar realmente qué le pasa a nuestra pareja. 
  • Empatizar, contener y validar las necesidades del otro:necesitamos esto para una conversación constructiva, sin esto no sólo debilitamos la autoestima del otro, sino que también el vínculo con el otro. 
  •   Buscar el momento propicio para conversar un problema: hablar “lo antes posible” no implica una mejor forma de discutir un problema, a veces es útil esperar que ambos estés disponibles emocionalmente para el otro y ahí conversar. 
  • Que cada uno puedo explicitar lo que siente: esto es describir lo que pasa y buscar activamente una forma de resolver, a veces hay parejas que no buscan solucionar, sólo desahogarse. Eso a veces puede ser fatal, la idea es ir más allá, implicarse realmente en encontrar una solución que pueda ser el resultado de una escucha activa de ambas partes.
  •   Poner énfasis en cuidar el vínculo con el otro ante todo: es la persona que hemos escogido para compartir nuestra vida, merece nuestro respeto y cariño al conversar el tema que sea. 

Estas son algunas ideas de cómo acercanos al momento de hablar un conflicto, existen otras sutilezas que seguiré abordando en otras columnas, pero quiero que nos quedemos con un concepto que se repite una y otra vez en estos aspectos que comparto y en la bibliografía en general: Es importante que al conversar podamos estar tranquilos y ver al otro como la pareja que elegimos, un humano con fuerzas y debilidades con quien intentamos convivir pacíficamente. 

A menos que esta relación nos comprometa en nuestro propio respeto, que nos está dañando de alguna manera, es importante ver al otro como nuestro aliado, como alguien que tambien quiera resolver. Si esto no es así, puede ser necesario replantearse la relación. 


*Silvia Campos y Gianella Poulsen, son autoras del estudio “Estrategias de resolución de conflicto en parejas con hasta 7 años de matrimonio, hijos y alto ajuste marital. Un estudio descriptivo relacional”, en la Revista De Familias y Terapias, 2013. 

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